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CFPB Descubre que Existen Billones de Dólares Guardados en Aplicaciones de Pago Populares que Podrían Carecer de Garantía Federal

La agencia emite notificación a los consumidores, aconsejándoles transferir esos saldos a bancos y Cooperativas de crédito que estén aseguradas.

WASHINGTON, D.C. – La Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFPB, por sus siglas en inglés) publicó un reporte destacando las aplicaciones digitales de pago, usadas comúnmente por consumidores y comercios. El análisis descubrió que los fondos guardados en estas aplicaciones podrían no estar a salvo en caso de que se produzca un evento de dificultades financieras, dado que los mismos podrían estar depositados en cuentas sin cobertura de garantía federal de depósitos. La CFPB también emitió consejos para aquellos consumidores que tengan fondos en estas aplicaciones, y cómo podrían éstos asegurarse de que sus fondos se mantengan seguros.

“Las aplicaciones digitales de pago cada vez más, están siendo usadas como sustitutos de las cuentas tradicionales en bancos o cooperativas de crédito, pero carecen de las mismas protecciones para garantizar que los fondos estén a salvo”, dijo el director de la CFPB, Rohit Chopra. “Mientras que las compañías tecnológicas se expanden hacia las áreas bancarias y de pagos, en la CFPB estamos afinando nuestra atención hacia aquellos que evaden las seguridades a las que bancos y cooperativas de crédito se han adherido desde hace mucho tiempo”, continuó.

El uso de aplicaciones de pago ofrecidas por instituciones no bancarias como PayPal, Venmo, y Cash App, ha crecido rápidamente en los últimos años. Estas aplicaciones le permiten a la gente pagarles rápidamente a comercios u otros, mientras les dejan guardar fondos en ellas. A diferencias de los fondos depositados en cuentas tradicionales en bancos y cooperativas de crédito, los fondos guardados en estas compañías de pago no bancarias podrían estar desprotegidos.

En meses recientes, muchas personas recibieron un recordatorio de que los fondos depositados en bancos y cooperativas de crédito disfrutan de la seguridad que les provee la garantía federal de depósitos a través de la FDIC (siglas en inglés de la Corporación Federal de Garantía de Depósitos) o de NCUA (siglas en inglés de Asociación Nacional de Cooperativas de Crédito). La gente fue testigo de la caída de grandes y sistemáticamente importantes bancos como Silicon Valley Bank, Signature Bank, y First Republic Bank. Estos bancos experimentaron corridas, pero los depositantes asegurados, podían aún confiar que su dinero estaba a salvo. Sin embargo, similares protecciones no estarían garantizadas para el dinero guardado en aplicaciones de pago no bancarias.

La publicación de hoy descubrió que:

  • Más de tres cuartos de todos los adultos del país, han usado una aplicación de pago. El uso de estos servicios de aplicaciones de pago es prevalente especialmente entre los jóvenes. Aproximadamente el 85% de los consumidores entre 18 y 29 años de edad, han usado estos servicios. El volumen de transacciones, entre todos los proveedores de servicio, fue de $893 billones en el 2022, y se proyecta que alcanzará $1.6 trillones para el 2027.
  • Las instituciones no bancarias pueden ganar dinero cuando los usuarios guardan fondos en sus plataformas. Cuando los usuarios de estas aplicaciones digitales reciben pago, los fondos usualmente no son transferidos automáticamente a la cuenta vinculada en un banco o cooperativa de crédito del recipiente. En cambio, las compañías los retienen e invierten. Estas actividades típicamente no reciben la misma supervisión que enfrentan los bancos y cooperativas de crédito aseguradas. Las aplicaciones también hacen dinero a través de tarifas cobradas a los comercios, y a través de otros servicios auxiliares, como la venta de cripto activos y la oferta de productos financieros afiliados.
  • Los fondos guardados en cuentas dentro de aplicaciones de pago frecuentemente carecen de garantía de depósitos. Cuando los usuarios de estas aplicaciones digitales reciben pago, los fondos usualmente no son transferidos automáticamente a la cuenta vinculada en un banco o cooperativa de crédito del recipiente. Además, las compañías de las aplicaciones de pago, no necesariamente, guardan los fondos de los usuarios en cuentas garantizadas a través de algún acuerdo con un banco o una cooperativa de crédito. Las inversiones hechas por la compañía implican riesgos, y si llegasen a fallar, los clientes podrían perder sus fondos.
  • Los contratos del usuario frecuentemente carecen de información específica. Los contratos de los usuarios de aplicaciones digitales de pago frecuentemente carecen de información específica acerca de dónde son retenidos o invertidos los fondos, cómo y bajo qué circunstancias estarían garantizados, o qué pasaría si la compañía o entidad que los tiene llegase a fallar.

Muchos estados, incluyendo una ley recientemente promulgada en Texas, están promulgando políticas para asegurarse de que estas aplicaciones digitales de pago puedan cumplir con sus obligaciones. Sin embargo, las leyes estatales por lo general no exigen que los fondos de los clientes sean depositados, o automáticamente transferidos a cuentas aseguradas. La CFPB continuará coordinando con otras entidades reguladoras estatales y federales para monitorear la evolución de este segmento del ecosistema de pagos, y tomar los pasos apropiados que sean necesarios.

La CFPB también publicó consejos para los consumidores, ofreciéndoles información a aquellos clientes que mantengan fondos guardados en aplicaciones de pago. Hasta que éstas sean diseñadas para automáticamente transferir los saldos a las cuentas garantizadas de los usuarios, los consumidores podrían tener que actuar para mover los balances que tengan guardados en las aplicaciones de pago.

Lea el reposte destacado (en inglés).

Lea los consejos al consumidor (en inglés).

Los consumidores pueden enviar quejas sobre productos o servicios financieros en la página de la CFPB, o llamando al (855) 411-CFPB (2372).


La Oficina para la Protección Financiera del Consumidor es una agencia del siglo 21 que implementa y hace cumplir las leyes federales en materia financiera, y que se asegura de los mercados de productos financieros sean justos, transparentes y competitivos. Para encontrar más información visite consumerfinance.gov/es.